Amparo y Ballet
Amparo Carvajal
Estaba Thyra en su oficio, trasladando
los alimentos recién llegados a los aparadores donde debían de ir, sonreía con
sus colegas de trabajo, hacían bromas simples, y ayudaban a los clientes
vecinales del sector. En eso, una chica muy agraviada en su cuerpo, con
movimientos burdos y rápidos, no se sabe si por su altura o por su profesión,
buscaba algo en el corredor donde Thyra escarbaba en la parte baja de la
estantería buscando artículos de fechas anteriores para colocarlos al frente de
los recién llegados…
·
Perdone señora, me dijo
mientras me envolvía en pensamientos baldíos
·
Si señorita, como le puedo
ayudar?, le comencé a decir mientras me daba cuenta de su estado lamentable y trasnochado
como si el novio la hubiera recién tirado a la calle después de haberla
golpeado
·
Me puede indicar dónde
encontrar los yogures?
·
Claro, sígame por favor…
Se desplazaron hacia la nevera vieja y desproporcionalmente
ancha del Co-op, una vez allí, abrió Thyra, la puerta de vidrio y le indico los
tres o cuatro ítems que tenían.
·
No tienen los yogures que son
re-llenos de chocolate?, me dijo la flaca
·
No los conozco, sinceramente
–se resquebrajo la flaca un segundo en sus ojos, y agacho su rostro, lo que dio
espacio a que me atreviera a preguntarle:
·
Vives por acá cerca?, estas
bien?, la estupidez mía de no saber usar las palabras apropiadamente, porque
salían desde mi cabeza como en convulsión
·
Sí, sí, estoy bien gracias…
volvió a agachar su cabeza, después de mirarme con esos ojos de soledad… no, no
vivo en ningún lugar, tengo que buscar un albergue de amparo para esta noche
·
Cómo te llamas, le dije
tímidamente, como para no ir a alterar nuestra conversación
·
Jean y vos?
·
Thyra, ya casi termino mi
horario de trabajo, necesitas que te ayude a encontrar la casa?
·
Bueno… sonrió tristemente por
un corto segundo, luego me dijo: dame cualquier yogurt de esos, el menos sano.
Recorrieron el corto trayecto desde el
Co-op hasta la casa de María, entraron, le preparó Thyra un platillo de pan, queso
y manzana que se lo comió rápidamente la flaca de pie mientras charlaban en la
cocina decorada con implementos mexicanos, igual que toda la casa, como salidos
de una película de Diego Rivera dirigida por García Lorca, con olor a museo
Azteca...
Labels: amparo carvajal, ballet+ácademias, cali
0 Comments:
Post a Comment
<< Home